Parapente

Parapente

Parapente

El parapente es un deporte nacido a fines del siglo XX por la inventiva de montañeros que querían descargar volando por medio de un paracaídas a partir de las cimas que habían ascendido.

El ala denominada planeador es flexible ultraligero, pues no consta de motor y flexible, ya que no hay piezas rígidas que compongan el ala, por lo cual podría ser transportado en el maletero de un carro. El peso de todo los accesorios suele rondar los 10-20 kilogramos, aunque hay grupos para montaña que llegan a pesar hasta menos de 5 kilogramos. El piloto y raramente el pasajero (para lo cual se usa un parapente biplaza cuyo equipo puede llegar a los 30 kg) de parapente estarán equipados con los equipamientos de seguridad obligatoria, silla-arnés, cascos, gafas y paracaídas de emergencia, y con diferentes aparatos electrónicos: variómetro o altivario, GPS y equipo de radio.

Un planeador en el aire

La ciencia del vuelo a vela y, por efecto, del parapente se fundamenta en las corrientes térmicas y en las corrientes dinámicas. Las primeras se generan al calentarse una masa de aire por conducción, o sea, por el contacto del aire sobre un suelo calentado por los relámpagos solares. Esa masa de aire se dilata al elevar su temperatura y resulta más ligera que el aire circundante, por lo cual una vez superada la resistencia construida por la misma viscosidad del aire, empieza a ascender a modo de burbujas o como corrientes verticales más o menos cíclicas. Esta ascensión de aire caliente, llamada térmica, es el primordial motor usado por cada una de las aeronaves planeadoras. En el segundo caso, se aprovecha la dirección ascendente del viento al rescatar cualquier impedimento, técnica reservada casi continuamente a varias aves de costa y al parapente. En el vuelo térmico, la agilidad está en centrar bien el canal ascendente para obtener la máxima rapidez de ascenso, perdiendo la menor elevación viable en el giro. Sin embargo, antecedente de ello deberemos descubrir aquellas corrientes térmicas; tienen la posibilidad de estar a la deriva de las regiones más áridas del lote, en las laderas con más incidencia de los relámpagos de sol, a sotavento de obstáculos, etcétera. Además, las nubes de convección o cúmulos las marcan al igual que las nubes lenticulares presentan altas velocidades del viento, además se puede leer la dirección del viento en la manera de las nubes.

Tipos de Vuelo

Una de las especialidades más codiciadas dentro del parapentismo es el vuelo cross-country o vuelo de distancia, la cual involucra a diferencia del vuelo local, donde luego de despegar se permanece dentro del área hasta entonces de tomar tierra en el aterrizaje oficial habilitado para eso, irse, anterior a una idealización, aunque generalmente bajo cierta incertidumbre, a recorrer gigantes distancias, para lo cual habrá que ir intentando encontrar aterrizajes alternativos en caso de perder demasiada elevación.

El vuelo termodinámico no es más que aprovechar la convergencia de brisas de distinta orientación que genera una región ascendente oblonga y principalmente coronada por nubes de convección o cúmulos. Esta convergencia podría ser derivada por el viento meteorológico que existe en capas más altas de la atmósfera y son auténticas autopistas del vuelo independiente. Se han llegado a sobrepasar distancias de 550 kilómetros  rectos debido a este fenómeno.

Más allá de la manera en que se combinen las ascendencias, un verdadero vuelo de cross,​ ha de involucrar precisamente tomar elevación en una corriente térmica o región de ascendencias, para después hacer la transición hasta la siguiente y de esta forma sucesivamente. Teniendo presente que todo planeador continuamente planea hacia debajo respecto al aire, el  equilibrio entre la ganancia de elevación y el extenso de la transición hasta la siguiente región de ascendencias juegan un papel primordial para hacer exitosamente un extenso vuelo, para lo que también de los clásicos recursos de estabilidad, se suman una baliza tipo spot, agua, alimento, indumentaria adecuada para caminar por horas o inclusive días, equipo vivac, linterna, etcétera., no obstante uno de los puntos más relevantes es la organización con base a la vivencia, y las condiciones climáticas.

La restitución es un vuelo térmico que se genera al atardecer una vez que gigantes masas, más que nada piedras y tierras áridas, devuelven a la atmósfera muy lenta el calor guardado a lo extenso de los días calurosos y con poco viento, generando ascendencias suaves, sin embargo, de monumentales magnitudes. Esta acción se acrecienta en los valles por las corrientes frescas, o viento catabático, que bajan durante las laderas tras la puesta de sol.

El vuelo dinámico se hace desplazándose por delante de un obstáculo frente al viento, como un surfista se deslizaría por una ola, puesto que este viento, al subir por las laderas, otorga una masa de aire sustentadora. La onda de montaña tiene el mismo impacto, con la salvedad de estar producida por vientos meteorológicos fuertes, que al subir y descender por accidentes orográficos generan ascendencias y descendencias, así como regiones bastante turbulentas, además llamadas rotores.