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Industria farmacéutica

Industria farmacéutica

La industria farmacéutica forma parte de un equipo dedicado al diseño, elaboración y comercialización de fármacos para el tratamiento y la prevención. Algunas empresas de la industria farmacéutica producen productos químicos a granel (producción primaria) y los preparan para tratamiento médico mediante métodos bien conocidos como la producción secundaria. El segundo gran proceso de automatización involucra la producción de medicamentos recetados, como tabletas, cápsulas o bolsitas para administración oral, soluciones inyectables, ovulos y ovulos. Debido a que sus actividades afectan directamente la salud humana, la empresa está sujeta a una serie de leyes y reglamentos relacionados con pruebas de medicamentos, patentes, pruebas y mercadeo.

Muchas compañías farmacéuticas están realizando investigación y desarrollo (I+D) para introducir tratamientos nuevos y actualizados. En algunos países, cualquier procedimiento para probar un nuevo fármaco en un animal (granja o laboratorio) o en un cuerpo humano debe contar con la aprobación de una agencia nacional. Si llega la aprobación final, se otorga permiso para usarlos bajo ciertas circunstancias. En otros países, el derecho a distribuir drogas puede obtenerse mediante autorización de la comunidad. Gran parte de la producción de la industria farmacéutica corresponde a vacunas.

La vacunación protege al cuerpo inyectándole un patógeno débil, ayudándolo a desarrollar nuevas vacunas (vacunas a largo plazo) o proporcionando vacunas activas (soluciones temporales). Muchos países ofrecen patentes para productos fabricados o modificados, por hasta 15 años a partir de la fecha de aprobación. Las empresas asignan marcas a sus innovaciones, que se convierten en su activo único. Además, el nuevo fármaco recibe un nombre de marca. Una vez que vence la patente, cualquier empresa que cumpla con los estándares establecidos por la empresa reguladora puede crear y vender productos bajo la marca. De hecho, la industria farmacéutica es un factor clave para promover la expansión del sistema de patentes y obligar a los países en desarrollo a adoptarlo.

Muchas compañías farmacéuticas se dedican a ayudar a pacientes internacionales y tienen presencia en muchos países a través de voluntarios. El campo de la tecnología superior atrae a un gran número de graduados universitarios, como farmacéuticos, microbiólogos, biólogos, biólogos, químicos, ingenieros, químicos, farmacéuticos, médicos, científicos y veterinarios, así como enfermeros graduados. Estos especialistas trabajan en investigación y desarrollo (I+D), producción, gestión de calidad, marketing, representación sanitaria, relaciones públicas o gestión en general.

Diagnóstico de diabetes

Se considera que el período de entreguerras coincide con el período de crecimiento de la industria farmacéutica. El 11 de enero de 1922, en la Universidad de Toronto (Canadá), F.G. Banting y Charles H. Best inyectaron medicamentos pancreáticos a un niño de 14 años que se consideraba diabético y cuyos síntomas eran debilitantes. El ingrediente universal requerido para una sustancia importante llamada insulina. Este galardón significó el Premio Nobel de Fisiología y Medicina para los dos científicos. Los funcionarios de la Universidad de Toronto se dieron cuenta de que el problema de la producción y distribución de insulina debe abordarse desde una perspectiva comercial, por lo que recurrieron a la compañía farmacéutica estadounidense Eli Lilly de Indianápolis (Indiana). A mediados de 1923, Lilly vendía suficiente insulina para tratar a miles de diabéticos en América del Norte. Las empresas productoras de insulina en Europa bajo los auspicios de la Universidad de Toronto han tenido un éxito similar.

Facturas médicas

La industria farmacéutica no asume solo el costo de las pruebas, ya que el sistema está integrado, con aportes públicos. Las empresas argumentan que las mayores donaciones provienen de sus propios bolsillos, pero expertos independientes estiman que entre el gobierno y sus clientes sustentan el 84% de los exámenes médicos, mientras que solo el 12% recaería en la farmacia, así como el 4% en establecimientos no remunerados. En cuanto al precio, según el tipo de empresa, cada nuevo fármaco que sacan al mercado requiere más de 800 millones de dólares en investigación. Sin embargo, un estudio que recopiló datos de 117 servicios de investigación concluyó que “este valor sería solo de unos $75 u $80 millones”. La inversión requerida para iniciar un nuevo fármaco se ha incrementado significativamente debido a la gran cantidad de ensayos clínicos necesarios antes de su comercialización. Este aumento es el resultado de una fuerte legislación, que busca mejorar la seguridad del paciente, pero también del hecho de que los nuevos medicamentos son cada vez más antiguos, lo que requiere más investigación para poder mostrar pequeñas diferencias con los medicamentos antiguos.

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