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Acerca de las infecciones en la piel

Introducción

Varias causas pueden conducir a infecciones menores de la piel. Por ello, es importante conocerlas, y de esta forma podremos clasificar mejor el tipo de infección que tenemos y cómo podemos combatirla. Sigue leyendo si quieres saber más sobre la piel y las posibles infecciones.

¿Qué son las infecciones de la piel?

Como sabes, nuestra piel tiene muchas funciones, la más crucial de las cuales es proteger y cubrir el cuerpo. Esta manta nos permite mantenernos alejados de los gérmenes. Sin embargo, cuando nos cortamos las manos o nos lesionamos, nos puede afectar y provocar una infección. También podemos contraer otro tipo de infecciones cutáneas si nuestras defensas están bajas y nuestro sistema inmunológico se ve amenazado por los virus. También si el tratamiento médico no es el adecuado para nosotros. El síntoma principal es el enrojecimiento e hinchazón de un área específica de la piel. Estos síntomas también pueden ir acompañados de picor y/o dolor. En algunos casos, y dependiendo del tipo de infección, pueden presentarse síntomas más graves como la diseminación por todo el cuerpo. A continuación, veremos las infecciones más comunes y por qué pueden ocurrir.

Clasificación y origen de la infección

Las infecciones de la piel se pueden clasificar según los microorganismos que producen:

  • Infecciones fúngicas. Este tipo de infección suele identificarse rápidamente, por lo que la recuperación también es más rápida. Entre ellos destacan:
    • Candidiasis.
    • Tiña.
    • Pitiriasis versicolor.
  • Infecciones causadas por virus. Suele ser leve porque solo afecta a la piel. Algunos de los más comunes son:
    • Varicela.
    • Herpes simple.
    • Molusco contagioso.
    • Verrugas víricas.
  • Infección bacteriana. Estas son las infecciones más usuales, que incluyen:
    • Celulitis causada por estreptococos del grupo A.
    • Impétigo.
    • Foliculitis.
    • Piel atópica.
  • Infección parásita. Incluye las siguientes infecciones:
  • Tungiasis.
  • Sarna.
  • Pediculosis.

Otras causas de infecciones de la piel

  • Maquillaje.
  • Cambio de temperatura.
  • Radiación solar.
  • Sudores.
  • Radioterapia.
  • Medicamentos
  • Alergias.
  • Estrés.

¿Quién está en riesgo de infecciones de la piel?

Es más probable que tenga una infección en la piel si:

  1. Se tiene una mala circulación.
  2. Se es diabético.
  3. En ancianos.
  4. Se tiene una enfermedad del sistema inmunitario, como el VIH/SIDA.
  5. El sistema inmunológico debilitado debido a la quimioterapia u otros medicamentos que bajan las defensas.
  6. Se tiene que mantener una posición durante mucho tiempo, por ejemplo, si tiene que acostarse debido a una condición médica o si está paralizado.
  7. Se tiene desnutrición. Tu piel tiene muchos pliegues, lo que puede ocurrir si eres obeso.

¿Cuáles son los síntomas de la dermatitis?

Los síntomas dependen del tipo de infección. Algunos síntomas comunes de muchas infecciones de la piel incluyen sarpullido, hinchazón, enrojecimiento, dolor, secreción y picazón.

¿Por qué se produce?

Los motivos pueden ser diferentes: mala higiene, exceso de humedad, cambio climático, uso de antibióticos. Como comentábamos al principio de este artículo, cuando la piel goza de buena salud, es ideal, te servirá de barrera protectora. Sin embargo, existen algunos desequilibrios que facilitan la aparición de infecciones o problemas en la piel.

Algunas soluciones

Lo primero que debe hacer para determinar el origen de la irritación o infección es hacer una cita con su médico. Médicos especialistas estudiarán tu condición y tipo de piel para llegar a un diagnóstico y solución efectivos. Si conoces la causa de la irritación, lo primero que puedes hacer para mejorarla es evitar exponerte a ella. A continuación te ofrecemos una serie de consejos que pueden reducir y solucionar algunos de estos problemas: Intentar mantener una temperatura corporal constante sin cambios bruscos. Usar productos naturales para limpiar tu piel. Mantener la piel bien hidratada utilizando los productos adecuados que respeten el pH natural de la piel. Emplear protector solar todos los días, incluso si no planea salir. Evitar las telas sintéticas y la ropa ajustada que no permita que tu piel respire adecuadamente. Usar ropa suelta de algodón. Después del ejercicio, ducharse inmediatamente. Cuidar la dieta.

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