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Terapias de Pareja

Introducción

Cada una de las parejas poseen conflictos. Para varias personas, las batallas son por dinero; para otras, por falta de vida sexual o por discusiones constantes. Y la enfermedad pandémica del covid-19 ha añadido otro potencial componente de estrés: más tiempo en el hogar ligado, lo cual puede exacerbar las tensiones o exponer grietas escondes en una interacción. La terapia puede favorecer. A la inversa de lo cual ciertos tienen la posibilidad de creer, no hablamos de señalar con el dedo quién hizo, qué o quién es el causante. Más bien, la terapia de pareja otorga herramientas para comunicarse y solicitar lo cual se necesita.

Conforme con la APA (American Psychological Association), en torno al 75% de las parejas que optan por la terapia comentan que mejoraran su relación. La conducta malsana y las emociones de resentimiento tienen la posibilidad de ser más difíciles de modificar cuanto más tiempo continúan.

En ocasiones, las parejas necesitan ir al psicólogo

No obstante, esta virtud es, a la vez, un diminuto problema. El hecho de que las interacciones sean algo tan variable y que en ellas coexistan diversos aspectos provoca que los inconvenientes que hay en ella no sean notados del mismo modo.

En ocasiones parece que la interacción va bastante mal, sin embargo, poco después se generan en ella instantes bastante simpáticos que hacen que nos replanteemos si lo cual creíamos que era un problema serio, lo era en verdad. En ocasiones uno de los miembros de la interacción piensa en la separación conyugal, en lo que la otra ni siquiera sabe que la otra persona no está satisfecha. En otros casos, inconvenientes graves en el seno de la interacción quedan normalizados y se interpretan como cosas típicas, etapas por las que pasa cualquier pareja.

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Cuándo no asistir a terapia de pareja

Hay ciertas situaciones en las que los inconvenientes en la interacción son tan graves que no se debe plantearse la probabilidad de presentarse a terapia, y la más clara es aquella situación en la que hay maltrato doméstico y amenazas.

En situaciones como aquellas es primordial que la parte maltratada rompa rápidamente la interacción y tome cada una de las medidas primordiales para estar a salvo.

Las consultas más comunes que se reciben en terapia de pareja

  • No puedo comunicarme comúnmente, ya casi no hablamos.
  • Constantemente existe una razón para discusiones interminables.
  • Distancia emocional, no puedo sentirme amado/a.
  • Pérdida de la intimidad sexual.
  • La rutina y la monotonía (aburrimiento).
  • Sufrimiento por mis hijos.
  • Sus inconvenientes en el trabajo lograron interferir con nuestra interacción.
  • Celos, infundados de acuerdo con la crítica de la otra parte.
  • Divorcio y división.

La terapia de pareja ofrece la posibilidad de contribuir a las parejas en crisis, así sea gracias a conflictos repetitivos a largo plazo o situaciones que amenazan seriamente la interacción.

El objetivo de la terapia es restablecer una interacción que realice que los dos cónyuges se sientan hechos y satisfechos.

Algunas veces, uno de ambos no está dispuesto a comenzar el procedimiento. En estas situaciones, el individuo más motivado puede iniciar el procedimiento solo y desarrollar tácticas diseñadas para motivar a otros a unirse gracias a un psicólogo de pareja.

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